martes, 28 de diciembre de 2010

Real Decreto 39/1997, de 17 de enero


Real Decreto 39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención.

Artículo 37. Funciones de nivel superior.

1. Las funciones correspondientes al nivel superior son las siguientes:

a. Las funciones señaladas en el apartado 1 del artículo anterior, con excepción de la indicada en el párrafo h.

b. La realización de aquellas evaluaciones de riesgos cuyo desarrollo exija:

1. El establecimiento de una estrategia de medición para asegurar que los resultados obtenidos caracterizan efectivamente la situación que se valora, o

2. Una interpretación o aplicación no mecánica de los criterios de evaluación.

c. La formación e información de carácter general, a todos los niveles, y en las materias propias de su área de especialización.

d. La planificación de la acción preventiva a desarrollar en las situaciones en las que el control o reducción de los riesgos supone la realización de actividades diferentes, que implican la intervención de distintos especialistas.

e. La vigilancia y control de la salud de los trabajadores en los términos señalados en el apartado 3 de este artículo.

2. Para desempeñar las funciones relacionadas en el apartado anterior será preciso contar con una titulación universitaria oficial y poseer una formación mínima acreditada por una universidad con el contenido especificado en el programa a que se refiere el ANEXO VI, cuyo desarrollo tendrá una duración no inferior a seiscientas horas y una distribución horaria adecuada a cada proyecto formativo, respetando la establecida en el anexo citado.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

atención a los billetes deteriorados


- martes 14 de diciembre de 2010, 16:40

Mire en su cartera y saque un billete. Lo más probable es que esté arrugado, sucio, o incluso tenga una esquina doblada o rota. Si es así, corra a su banco y cámbielo por uno nuevo, porque en sólo unos días perderá su valor. El 1 de enero de 2011, entrará en vigor una orden del Banco Central Europeo que obliga a todas las entidades financieras a retirar todos los billetes en mal estado que estén en circulación.

Billetes puros y auténticos
El propósito no es otro que conservar la pureza y, lo más importante, la autenticidad de los billetes que circulan por la UE. Sólo en el primer trimestre de este año, se interceptaron casi 400.000 billetes falsos en la eurozona, en su mayoría 20 y 50 euros. Para camuflarlos y mezclarlos con la moneda de curso legal, los falsificadores se aprovechan del mal estado de conservación del efectivo en la mayoría de los países donde opera la moneda única. Así que se acabó eso de coger el dinero de cualquier forma, arrugarlo o doblarlo en cuatro partes hasta que lo hacemos caber en el bolsillo pequeño del pantalón.

[Relacionado: Vivir sin dinero es posible]

Con la nueva normativa, los bancos deberán retirar los billetes que no cumplan esos requisitos mínimos de calidad y estarán obligados a distribuir billetes en buen estado y que hayan sido previamente autenticados. Para ello, las entidades financieras deberán comprobar el efectivo que mantiene intactos el hilo de seguridad, la banda holográfica, la marca de agua, la banda iridiscente, o la tinta de color variable.

Reciclaje para los billetes
La orden del Banco Central Europeo provocará que en los próximos meses cientos de miles de billetes dejen de tener valor. Sin embargo, la medida no supondrá un daño extra al medio ambiente, ya que no serán destruidos y sustituidos por otros nuevos, sino reciclados. Según la directiva europea, todos los bancos y cajas deberán o bien tener un dispositivo de reciclaje en la propia oficina o tramitar ese servicio con una empresa especializada, como Talaris, compañía líder del sector, que se deshace cada día de más de 500 millones de billetes defectuosos en todo el mundo.

El efectivo, un pago seguro
Sin embargo, y pese al cuidado que pone la UE con las falsificaciones, la probabilidad de ser víctima de una estafa con billetes es menor que al realizar un pago con una transacción electrónica, ya sea con tarjeta de crédito o Internet. De hecho, el dinero en efectivo continúa siendo el medio de pago más seguro y preferido por más de la mitad de los consumidores europeos.